Para que os hagáis una idea, los habitantes europeos deberemos esperar que este Note 7 venga con el procesador Exynos 8890, mientras que los habitantes de EE.UU. recibirán la versión con el procesador Snapdragon 820.
En estas pruebas, que se realizaron con un modelo no optimizado al 100%, se obtuvieron resultados muy parecidos a los del S7, algo que era de esperar.
AnTuTu 6 sí muestra una pequeña ganancia sobre el S7 y S7 Edge. Samsung ha conseguido esto debido a la optimización de su software. O simplemente podría ser el margen de puntos de referencia de error.
Basemark OS 2.0 registra un salto significativo en el rendimiento algo que lleva a pensar que tal vez Samsung realmente ha puesto a punto su "motor".
El chipset Exynos 8890 cuenta con una CPU Octa-core con cuatro de los núcleos Mongoose de Samsung (en lugar de la habitual Cortex-A72) y cuatro Cortex-A53. La versión Snapdragon 820 tiene todos los núcleos personalizados por Qualcomm, cuatro núcleos Kryo divididos en dos grupos, 2 núclos a 2.15GHz y otros 2 a 1.6GHz.
Esto le da al Note 7 impulsado por Exynos una ligera ventaja en el rendimiento de núcleos múltiples, pero la versión Snapdragon tiene una ventaja en las pruebas de un solo núcleo. Las diferencias son lo suficientemente pequeñas para que ni siquiera notemos la diferencia en cuanto al uso medio.
El pasar a las pruebas de gráficos, el Galaxy Note 7 está un pelo por delante del S7 Edge con procesador Exynos en la prueba.
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